Todo queda en casa: Javier y Julia de Torres, padre e hija, son las dos mitades de Mastrolili. Proyecto único en fondo y forma que parte del amor mutuo por la música. Hay algo especial en la búsqueda de ambos de la verdad a través de las canciones perfectas. Melodías que suenan inmediatamente familiares y letras que combinan elementos cotidianos con pequeñas excursiones llenas de imaginación, compromiso y también humor cuando toca.

Javier de Torres no es un recién llegado al mundo de la música en castellano. Y no sólo porque sea un reputado abogado experto en propiedad intelectual sino porque, desde hace ya más de dos décadas, se ha ido convirtiendo en uno de los compositores más especiales de la música pop en castellano. Un pequeño gran artesano del pop que va engarzando sus joyas sonoras con mimo y cuidado. Con una facilidad innata para conjurar canciones de sonido luminoso, alma de claroscuro e ingenio ilimitado. Alguien estaría tentado de decir que hace música a la antigua usanza. No es así: lo suyo es atemporal. De la que funciona hoy, ayer y mañana. Discos como Roland Garros (2003), Las grandes ambiciones (2009), Dow Jones no es un cantante (2012), Nobocop (2014) y Was Your Tie Black? (2016) -al alimón junto a Roger Sincero– así lo atestiguan.

No es casual que en ese ambiente melómano su hija Julia se acabara por enamorar también de la música pop. Ya en esa maravilla llamada Was Your Tie Black? se dejaba caer en la pluscuamperfecta Don’t Kiss Me on the First Date. Ahora, en Mastrolili (apellido materno), dan juntos un paso más para configurar un proyecto que no se parece a nada que has escuchado pero que, a la vez, te va a sonar cercano, cálido y lleno de canciones de las que se tatarean a la primera.

Tras un primer single compuesto por Directa al Corazón (cara A) y Amigos (cara B), ahora llega el momento de dar el gran paso adelanto de Mastrolili. Un doble EP que navega por el pop marca de la casa (Moleskines) y la admiración que Javier de Torres ha profesado siempre por el bolero (El cortejo breve), secundado de nuevo por El Trío Sentimiento, que acompaña habitualmente en sus giras por España a Rafael Basurto, cantante de Los Panchos. En ambas entregas, el poder de la melodía y la autenticidad de las letras se confabulan para crear un todo que es pura magia sonora.